Según la Biblia, serán castigados de eterna perdición los que no conocen a Dios.
«Porque es justo para con Dios pagar con tribulación a los que os atribulan; y a vosotros, que sois atribulados, dar reposo con nosotros cuando se manifestará el Señor Jesús del cielo con los ángeles de su potencia, en llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales serán castigados de eterna perdición...» 2Tes.1:6-9.
Conocer a Dios es guardar sus mandamientos.
«En esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos. El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él.» 1Jn.2:3 y 4
De nada sirve invocar al Señor, ni en su nombre profetizar, echar fuera demonios, hacer milagros etc., si no se hace la voluntad del Padre que está en los cielos.
«No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les protestaré: nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad.» Mat.7:21-23.
Lector, reconozca el peligro: Usted puede creerse seguro de la salvación, puede ser miembro activo en alguna iglesia, puede aun tener manifestaciones espirituales similares a las del Espíritu Santo, y sin embargo ser rechazado en aquel día como desconocido, por no guardar los mandamientos de Dios.
Si a tales milagreros el Señor les dirá: «nunca os conocí», es evidente que sus obras milagrosas nunca fueron echas por Espíritu de Dios, sino por un espíritu de error que, para engañar, imita en todo al Espíritu Santo, menos en su misión de inducir a los hombres a obedecer los Mandamientos de la Ley de Dios.
El tiempo de hacer milagros no ha pasado, pero los desobedientes no son usados por el Espíritu de Cristo.
Ev. B. Luis, Cienfuegos, 1964
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